El país es, por detrás de Reino Unido, el principal destino elegido para quienes quieren instalarse en el extranjero tras la pandemia. Las cuestiones más valoradas son la calidad de vida que ofrecen los países, la estabilidad y la seguridad.

La crisis sanitaria desatada por el Covid ha modificado nuestros patrones de vida y cambiado algunas de nuestras prioridades, colocando la vivienda en un escalón alto dentro de los criterios a valorar.

De acuerdo con una encuesta elaborada por Knight Frank, un 25% de los ciudadanos se plantearía cambiar de casa en los próximos doce meses como consecuencia de la pandemia. En concreto, el 40% de los que cambiaría de casa buscaría una propiedad diferente pero en la misma ciudad, mientras que un 26% lo haría en otra ciudad aunque del mismo país. El 34% restante consideraría la posibilidad de adquirir una vivienda en el extranjero. Esta cifra representa el 9% sobre el total de encuestados.

Entre los ciudadanos dispuestos a comprar casa en el extranjero, España es el segundo país después de Reino Unido más valorado y se coloca por delante de Francia, Australia, Canadá, Suiza o Estados Unidos.

Otros destinos bien valorado por los encuestados para instalarse en el extranjero son Nueva Zelanda, Portugal, Malta y Noruega.

De estos países se aprecian cuestiones como la buena calidad de vida que ofrecen, la estabilidad política, una moneda segura, los sistemas educativos y que, en circunstancias normales, son destinos fácilmente accesibles.

Entre las razones de los entrevistados para cambiar de hogar destacan la mejora de su residencia familiar habitual, seguido de la posibilidad de disponer de un mejor acceso a una atención médica de calidad o la opción de adquirir una casa de vacaciones en algún destino con sol.

Para Kate Everett-Allen, responsable international de Residential Research de Knight Frank, la gestión de los gobiernos extranjeros de la crisis de Covid-19 también será un elemento clave para los compradores de segunda vivienda en todo el mundo.

De acuerdo con la consultora, tras el confinamiento los compradores de vivienda buscan más espacio para su vivienda y aprecian más los espacios exteriores. Así, el 66% de los encuestados manifiesta la importancia de disponer de grandes zonas ajardinadas a la hora de buscar un nuevo hogar.

Además, el 45% de los participantes se muestran más dispuestos a adquirir una casa o chalé que antes del Covid. Un 40% manifiesta su interés por una casa en la costa frente al 37% que optaría por el campo. Cerca de dos tercios de los encuestados creen que, tras el confinamiento, habrá más probabilidades de trabajar desde casa, lo que explica el hecho de que el 64% considera ahora más importante contar con un despacho propio en su vivienda.

Para Carlos Zamora, director del área Residencial de Knight Frank, los compradores generalmente se fijan en tres factores clave a la hora de buscar una casa que son la buena conexión a Internet, una atención médica de calidad y una propiedad capaz de poder generar un ingreso seguro en el futuro. «En los veranos pasados nuestros clientes europeos disfrutaban de unas vacaciones más cortas, pero podemos ver un regreso al verano europeo tradicional, con familias que se instalan entre cuatro a seis semanas y acogiendo a amigos en el mismo lugar», añade.